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García y Adell

La Virgen de Marzo

La Virgen de Marzo

En la festividad de la Anunciación celebran fiestas en Labata. (Foto: C. García)

 

  EL CICLO FESTIVO ANUAL

  José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

       Según la tradición, a la Virgen de la Encarnación, venerada el día 25 de este mes, se la conoce como la Virgen de los Demonios; por ello los hortelanos pasaban esta noche con los dedos metidos en agua para que no se helasen las hortalizas. También tiene que ver con el dicho:

                     “Pa la Encarnación,

                     los últimos hielos son

                     si el año no sale respondón”.

      Esta fecha se suprimió como fiesta de precepto a comienzos de los años veinte; en Huesca algunos comercios aún cerraban sus puertas después de desaparecer como día festivo del calendario. En los pueblos, aún cuando desapareció la fiesta, no se abolió la costumbre de hacer crespillos:

                     “Pa la Virgen de Marzo

                     os crespillos en o plato”.

      Arnal Cavero nos explica qué son los crespillos y la importancia de este postre en la montaña aragonesa: “El crespillo es una hoja tierna de borraja ahogada en una mezcla semilíquida de huevos batidos con azúcar y harina, frito todo en aceite de la cosecha última. Hacer, comer, regalar, cambiar crespillos el día de la Virgen de marzo es, en aquel rincón de España, de ritual sagrado” (1).

      En la festividad de la Anunciación celebran fiestas en Escanilla, con romería a la ermita de la Virgen del Monte, y en Labata. Ya desaparecieron las de Castejón del Puente y las de los despoblados Puybayeta y Matidero.

     De las fiestas de Labata escribía, en 1739, el Padre Faci que “se celebra con mucho concurso de la comarca el día 25 de marzo, y de la Anunciación de Nuestra Señora. Su patrocinio se celebra singular en las necesidades de agua, en las cuales se suele trasladar a la iglesia parroquial, y se venera en ella nueve días, y reciben siempre los devotos el beneficio de la lluvia” (2).

     En Castejón del Puente y en Matidero celebraban su fiesta pequeña. De Castejón iban a la ermita de la Virgen de la Bella, se bendecían los campos y había comida campestre. En Matidero acudían en romería a la Virgen del Olmo, junto con los pueblos de Bibán, Binueste, Alastrué y gente de otros pueblos cercanos.

     Desde Rodellar van a la Virgen del Castillo. Las gentes de Acumuer partían en romería, junto con los vecinos de los actuales despoblados de Asún, Isín, Asqués y Bolás, a la ermita de la Virgen del Pueyo. Los de Bárcabo también marchaban a la ermita de la Virgen de la Sierra.

      A finales de mes celebran sus fiestas patronales en el barrio oscense de la Encarnación con diversos actos folklóricos, culturales y deportivos.  

CITAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) ARNAL CAVERO, P.: Aragón en alto. Zaragoza, p. 146.

(2) FACI, R.A.: Aragón Reyno de Christo y dote de María Ssma. Zaragoza, Oficina de Joseph Fort, 1739, pp. 422 y 423.

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