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García y Adell

El ideal del deporte universitario

El ideal del deporte universitario

Unión Deportiva Universitaria. De izquierda a derecha, de pie: Soralvos, Echevarría, Garzavarin, Moreno, Urbina, Gobeo;Paráis;Santías, Arrostegui. Sentados: Altolaguirre, Recondo, Albea. Foto: El Noticiero.

DEPORTES Y JUEGOS TRADICIONALES

Publicado en “Cuadernos Altoaragoneses” del Diario del Altoaragón, Domingo, 1 de marzo de 1998

Por José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

    A partir de una serie de artículos publicados en la prensa, en 1924, nos enteramos de cómo surge el deporte en la Universidad, especialmente el relacionado con Aragón; es decir, de la Universidad de Zaragoza, que, como veremos, repercute en la Universidad española. Estos textos también nos aportan información sobre el modelo que caracterizaba al deporte universitario.

    Dos fenómenos influyen en la evolución inicial de este deporte: el excesivo protagonismo del fútbol y su profesionalismo.

La primera universidad deportiva

    La Universidad de Zaragoza fue la primera en España en apoyar y proteger el deporte a través de la "Sociedad Deportiva Universitaria". La idea de fundar una sociedad deportiva, formada sólo por estudiantes, surgió de un grupo de jóvenes en junio de 1922. Se inspiraba en el ideal "amateur" o aficionado, incompatible con el que se empezaba a desarrollar en la mayoría de las sociedades deportivas de la época.

    En los comienzos, unos pocos socios constituyeron una sociedad que llamaron "Iris", por reunir en su distintivo los colores de las diversas Facultades, que se fundían como los colores del éter en el blanco de sus camisetas. Estos jóvenes, que iniciaron su dedicación al deporte activo en las arboledas del Ebro, pronto serían reconocidos por la Universidad de Zaragoza, constituyéndose la "Sociedad Deportiva Universitaria".

      El impulso de esta formación deportiva vino acompañado de hombres encomiables, como don Ricardo Royo, don Inocencio Jiménez, don Miguel Allué y el que fuera destacado deportista don José Mª Gayarre.

    Los ideales que les unían podían simplificarse en dos propuestas: el triunfo del "amateurismo" y el mejoramiento de la raza. Para alcanzar estos objetivos se habían fijado un lema: "Sin feinn" (nosotros mismos).

Éxitos deportivos

    La "Deportiva Universitaria" dedicó sus primeros esfuerzos a la práctica del fútbol, en contra de la opinión que algunos tenían de este deporte; había quien consideraba que el fútbol era apasionante y un poco brutal, y, por tanto, indigno de ser patrocinado por los centros de cultura, como son las Universidades. En su favor estaban los que concebían una universidad deportiva, similar a las célebres de Oxford, Cambridge, Yale o Harward.

    En su segundo año de vida, con el fútbol se alcanzó el segundo puesto en la categoría más alta del fútbol aragonés, el Campeonato de la Primera Categoría, serie A, de 1923/24. No obtuvieron el primer puesto, que merecían, según la opinión de Castor y Polux (1), por "la desgracia y las intrigas".

    Estas y otras razones (egoísmos, intrigas y profesionalismo) motivaron su separación de la Federación Aragonesa de Fútbol, ya que consideraban que todo esto era incompatible con la misión de la "Deportiva Universitaria".

    Otro de los deportes que se iniciaron con relativa pujanza en la época fue el atletismo. Pocos universitarios lo practicaron en sus comienzos, pero los resultados fueron excelentes. En la "Gran Semana Deportiva", organizada por la Comisión de Atletismo de la Asociación de Cultura Física, coincidiendo con las fiestas del Pilar de 1922, participaron dos atletas: Tomás Indart logró ganar al veterano Aznar en los 100 m., quedando campeón, y Jesús Valdés venció en salto de altura, batiendo el récord, elevándolo a 1,62 m. 

    En 1923, en los primeros campeonatos oficiales de Atletismo, Valdés obtuvo el triunfo en salto de altura y 800 m., y representó a Aragón en los Campeonatos nacionales, disputando las pruebas de 400 m., 800 m., relevos, salto de altura y triple salto. En salto de altura se clasificó segundo en el Campeonato de España. En 1932 todavía se estimaba que sus marcas de altura (1,69 m.), salto de pértiga (2,89 m.) y triple salto (12, 13 m.) eran las mejores realizadas en Aragón hasta el momento.

    También hubo participación universitaria en natación; Hilario de la Figuera triunfó en 1923 en una prueba de neófitos disputada en San Sebastián, consistente en la travesía del Urumea.

    En "tennis" todavía no habían competido oficialmente, pero ya había muchos estudiantes que practicaban este deporte. 

    La Universidad se convirtió en poco tiempo en una cantera de deportistas, de la que se fueron nutriendo las sociedades deportivas. Frente a las discusiones en torno al profesionalismo ocioso del deporte, que se extendía por toda España, en la Universidad se trabajaba por una "labor educativa de la inteligencia deportiva del joven español en dos sentidos: el moral y el físico." Joaquín Mateo (2) lo justificaba diciendo que "los deportes, desgraciadamente en nuestras tierras, han caído en poder de especuladores, que abren sus productivos o ruinosos negocios -que de todo hay- con el nombre de entidades que merecían por sí solas el mayor respeto a que son acreedoras en sus empresas netamente altruistas, puramente románticas...".

    La separación de la Federación, del equipo de fútbol de la "Universitaria", supuso que sus jugadores marchasen a otras sociedades; el equipo más beneficiado fue el "Iberia". Muchos creían que la causa de la "desfederación" había que buscarla en no disponer de campo de juego en condiciones. El verdadero motivo era el del "profesionalismo".

    Castor y Polux lo dejaba bien claro; "había que huir del peligro por dos razones: porque nuestro ideal era con él incompatible; porque profesionales ya, no hubiéramos hecho más que lo que cualquier otra sociedad mal titulada deportiva: fútbol nada más" (3).

Proyectos de la Universidad de Zaragoza

    La Universidad de Zaragoza, es decir, La "Deportiva Universitaria" preparaba en 1924 la creación de nuevas secciones deportivas: de "basket-ball", natación y remo.

    Es la primera vez que encontramos una referencia al "basket", o baloncesto (4), en Aragón. La Universidad ya tenía terrenos para practicar este deporte y había conocedores del juego (5).

    Para ejercitar la natación se pensaba en la construcción de una gran piscina universitaria, y mientras tanto el Ebro serviría de amplio campo de entrenamiento. Y para el remo se iba a solicitar permiso, con la intención de disputar regatas ese mismo año en el Ebro; sólo era necesario encargar yolas y esquifes.

    También se pretendía reformar las secciones de "foot-ball", "tennis" y atletismo. Se estaban realizando reformas en un campo que se había arrendado en el Arrabal para jugar al fútbol, donde se jugarían partidos con otros equipos universitarios. Se proyectaba aumentar el número de pistas de tenis existentes en la Residencia de Estudiantes, y, respecto al atletismo, querían que su práctica se extendiera entre todos los socios, no con vistas a los campeonatos, sino a la cultura física, construyendo un gimnasio y pistas de carreras. A través del atletismo intentaban observar el desarrollo del organismo de sus practicantes, con controles al inicio y final del curso.

    Otros proyectos, que llegarían a hacerse realidad, están vigentes en la actualidad, aunque no con el grado de cumplimiento que se pretendía: "Reunión de una Asamblea nacional de Universidades, en la que quedaría constituida la Federación Nacional Deportiva Universitaria, que laboraría intensamente favoreciendo las relaciones entre las universidades españolas y entre éstas y las extranjeras".

    La lista de objetivos continuaba con otras intenciones: Organizar una gran semana deportiva. Intensificar la acción deportiva universitaria en las escuelas especiales, institutos y colegios. Y la creación de campeonatos nacionales universitarios de varios deportes.

Corazón y cerebro

    Según las ideas expuestas por Castor y Polux (6), el hombre no sólo necesita la fuerza, la habilidad o la destreza para practicar debidamente el deporte; necesita además el corazón y el cerebro, factores que se encuentran desarrollados principalmente entre los estudiantes. "Corazón para luchar por la gloria del deporte, por el esplendor de la patria y por el triunfo del ideal; cerebro, para saber dar a sus empresas la prudencia necesaria, la sagacidad precisa que los haga triunfar en todos los obstáculos".

    Estas trasnochadas ideas justificaban que los escolares fueran excelente materia para convertirlos en hombres fuertes, sanos y propagandistas entusiastas y desinteresados del deporte. Asimismo, se vinculaba el deporte a la raza y a la disciplina. Por último, toda esta labor debía llevarla a cabo el Estado y la Universidad, conjuntamente con Institutos, escuelas y colegios. 

CITAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) Castor y Polux: "La «Deportiva Universitaria» y sus triunfos", en El Noticiero, 12 de agosto de 1924.

(2) Joaquín Mateo Linares: "La Universidad y los deportes (I)", en El Noticiero, 9 de septiembre de 1924.

(3) Castor y Polux: "Cruzada deportiva III. Programa deportivo universitario", en El Noticiero, 16 de septiembre de 1924.

(4) El baloncesto fue inventado en 1891 por J. Naismith, en EE.UU. Los soldados americanos que participaron en la Primera Guerra Mundial lo dieron a conocer en Europa. En España se comenzó a practicar en 1922; el escolapio Eusebi Millán lo aprendió en Cuba y lo enseñó a sus alumnos del colegio Sant Antoni de Barcelona.

(5) Hasta 1925 se jugaba con equipos de siete jugadores y en terrenos de fútbol, con los paneles fijados encima de las porterías (F. Santos Vázquez Rabaz: Baloncesto básico. Alhambra, Madrid, 1986, p. 4.).

(6) Castor y Polux: "Cruzada deportiva IV y última. El porvenir de la raza y el deporte universitario", en El Noticiero, 30 septiembre de 1924.

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