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García y Adell

San José, en medio de la Cuaresma

San José, en medio de la Cuaresma

En Fonz celebran fiesta en la calle de San José. (Foto: C. García)

EL CICLO FESTIVO ANUAL

José Antonio ADELL CASTÁN y Celedonio GARCÍA RODRÍGUEZ

     En medio del tiempo de Cuaresma se celebra la festividad de San José (19 de marzo), padre de Jesús y esposo de María. Dos días antes de iniciarse la primavera la fiesta de San José adquiere un gran relieve, festejándose en esa jornada otras celebraciones como el “Día del Padre”, el “Día del Seminario”, etcétera.

     Antaño, el día del Patriarca San José, patrón de la Iglesia universal, había obligación de oír misa, no se podía trabajar y quedaba dispensado el ayuno y la abstinencia de carne, pero no se podía promiscuar.

     Para San José es el momento en que las horas del día igualan a las de la noche:

                       “En la fiesta del esposo de María,

                       tan larga es la noche como el día”.

     En el refranero popular también se considera la fiesta de San Matías como la jornada en que las horas de día y noche coinciden:

                       “Para la fiesta de San Matías,

                        tan larga la noche como el día”.

     Años atrás, los carpinteros de la capital festejaban a su patrón con rondas, aunque los que realmente hacían negocio eran los confiteros elaborando “virutas” del Santo y ramilletes, como se aprecia en la siguiente copla de Mefisto (1).

                            “A San José, Patrono

                            de carpinteros,

                            debían adorarlo

                            los confiteros

                            ya que haciendo virutas

                            y ramilletes

                            con excusa del Santo

                            ganan billetes”.

     El 19 de marzo es la fiesta mayor del barrio de San José, en la capital. El tradicional disparo de cohetes y la presentación de las mairalesas inician los festejos, que se prolongarán durante una semana con concursos diversos (disfraces, dibujo, redacción), competiciones deportivas, homenaje a la tercera edad, actuaciones folklóricas, actos culturales, juegos infantiles, cucañas, chocolatadas, meriendas, “patatada”, rondas, bailes y la traca que señala el fin de las fiestas.

     En Fonz es la fiesta de la calle que lleva el nombre del Santo y hay una romería a su ermita, a la que se acude masivamente, en un paisaje jalonado de olivos.

      En La Cuesta, en Fosado de Arriba, también se veneraba al santo en esta jornada. Al igual que en Latorre, en el municipio de Aínsa. En la colonia de Tormos, en los años de construcción del embalse, estas fiestas tenían importante celebración, con actuaciones en su café teatro, bailes y variedades.

     En Casbas de Huesca se va a su ermita; además esta fecha coincide con las fiestas pequeñas. En Buetas es su fiesta mayor, estando dedicado el oratorio de este lugar al Santo. Era la segunda fiesta de Belarra, en el municipio de Sabiñánigo, y de Otín, en el municipio de Bierge.

     Hay eremitorio dedicado en el valle de Bardají, aunque en los últimos años se acudía el segundo día de su fiesta mayor, para San Adrián, en el mes de septiembre.

     También en Azlor, en el camino que lleva a Azara, existe una ermita dedicada al santo, sin culto en la actualidad.

     En Castigaleu hay reparto de “caridad” en la capillita del Santo. En Lalueza se guardaban dos días de fiesta.

     En uno de los libros de visitas del Archivo de la Catedral de Lérida se cita San José como una de las tres fiestas de San Esteban de Litera.

     En Torres de Alcanadre, en casa de José Lacasa, se repartía la caridad en este día, consistente en una tajada de pan, un plato de arroz y otro de sopas de pan. Para ello se preparaban dos calderadas y si sobraba se repartía de nuevo.

Fiestas de Quintos

     La fiesta de los quintos es casi siempre en primavera, especialmente en tres festividades: San José, Pascua o Corpus. Son muchas las poblaciones del Alto Aragón que siguen organizando esta fiesta tan entrañable, a pesar de que en algunos lugares, para poderla sacar adelante, deban unirse “las quintas” y hasta algunos mozos de años anteriores o posteriores.

     En Almunia de San Juan los quintos recogen diversas viandas que luego consumirán en fraternal ágape. La ronda recorre toda la población. En Lanaja no falta el baile, aunque se han perdido las rondas.

     En Tamarite de Litera y Altorricón no hay fecha fija de celebración, pero suele realizarse en estos días. Los mozos van por las torres del término municipal con remolques, canastos e instrumentos musicales recogiendo huevos, pollos, dulces y viandas diversas, siendo invitados en casi todas las casas. También recorren la población. En algunas casas se les da dinero. Durante una semana efectúan sus cenas y recenas y no faltarán bromas de todo tipo durante todos esos días (cambios de aperos de lugar, concentración de macetas en la plaza, etcétera). Los bailes en el fin de semana intentan superar a los de la edición anterior. 

CITAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) MEFISTO: “Coplas del día. Virutas de Santo”, en Heraldo de Aragón, 19 de marzo de 1922.

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